El auge de Reynor: Detrás de escenas con la estrella de StarCraft II
Cuando tenía ocho años, Riccardo Romiti escogió un juego porque le llamó la atención su portada, que tenía en primer plano a un marine del espacio. Tres años después, firmaría un contrato con un equipo profesional de StarCraft II y se lanzaría al estrellato en la escena europea de StarCraft. Ahora, con apenas dieciocho años, es un prodigio laureado y campeón mundial, el segundo jugador no coreano en recibir ese título.
Conoce la historia de Riccardo “Reynor” Romiti, el campeón del IEM Katowice 2021, que comenzó a jugar profesionalmente a los once años. Descubre cómo alcanzó la fama, cuáles son sus secretos para ganar y qué le depara el futuro, ahora que es el número uno.
La infancia de un campeón
Reynor se aventuró por primera vez en el sector Koprulu hace más de diez años, cuando consiguió una copia de StarCraft II a los ocho años. “Compré el juego con mi papá. Tenía que elegir un regalo y fuimos a una tienda de juegos. Elegí StarCraft II porque me gustó la portada”, cuenta Reynor.
Después de eso, pasó tres años subiendo posiciones en la escala competitiva de StarCraft II, buscando el equilibro entre la vida de un niño en plena infancia y sus habilidades y fama, que no paraban de aumentar a medida que se acercaba al rango de maestro, la segunda liga más alta del juego. Para él, crecer jugando este juego fue una oportunidad alucinante. “Este juego me ayudó tanto en la vida real que es difícil de explicar”, dice. “Aprendí a hablar muy bien inglés, más que nada gracias a StarCraft II, y mi memoria mejoró muchísimo desde que empecé a jugar”.
Reynor dedicó años a observar partidas de Starcraft entre jugadores profesionales de altísimo nivel; eran partidas en las que había mucho en juego y que llenaron de inspiración al joven jugador, quien apenas comenzaba a incursionar en ese mítico mundo de esports que ya había dado origen a varias leyendas. En particular, Reynor disfrutaba las partidas de Jens “Snute” Aasgaard, un jugador de Team Liquid. Reynor considera que Snute es una de las leyendas de StarCraft más “sólidas” e influyentes, porque “siempre jugaba impecablemente con sus estrategias de Obreros y numerosas Reinas”, explica.
Inspirado por estos legendarios pioneros de StarCraft, Reynor siguió los pasos de sus ídolos y comenzó su ascenso al estrellato.
Zerg Rush hasta la cima
A los once años, Reynor alcanzó el rango de Maestro y consolidó su fama. Gracias al ritmo con el que perfeccionó sus habilidades y se catapultó al estrellato, la organización de esports suiza mYinsanity se puso en contacto con él. “Desde que empecé a ver partidas de gamers profesionales, quise ser uno de ellos”, comenta Reynor. Y dice sobre uno de los momentos que marcó su infancia: “Creo que cuando me contactaron de mYinsanity, allá por el año 2013, me di cuenta de que tenía todo para seguir ese sueño. Fue una experiencia muy importante para mí”.
Ese mismo año, Reynor compitió en los torneos LAN italianos (torneos de red de área local donde los jugadores se conectan a la misma red en un mismo estadio, lo que les permite jugar en una conexión privada) y debutó en el torneo DreamHack Open de Bucarest. Luego conquistó la escena italiana de StarCraft II, compitiendo y alcanzando la victoria en numerosos torneos LAN en los siguientes cinco años. Con tan solo dieciséis años, se convirtió en el jugador más joven en clasificar para la StarCraft II World Championship Series (WCS) y se abrió paso hasta los ocho mejores.
¿Cuál fue su secreto para escalar posiciones entre las leyendas de StarCraft? “¡Inteligencia y velocidad!”, bromea. “No, es broma. Sí, creo que soy muy rápido, y ese es uno de mis puntos fuertes”, dice Reynor. “Pero también he jugado mucho. Eso ayuda, porque ahora tengo un entendimiento cabal del juego. Y también creo que mi estilo de juego ha cambiado mucho a lo largo de los años. Cuando era niño, era más agresivo que ahora. Sin duda, mi juego era menos inteligente. Ahora, todavía tengo un estilo muy agresivo, comparado con otros jugadores zerg, pero mis jugadas tienen más sentido que hace tres años”.
Su velocidad (y su inteligencia) lo llevaron a la victoria en el torneo IEM Katowice 2021, donde superó a la competencia y consiguió un lugar entre las estrellas de los esports tras convertirse en el primer campeón no coreano del IEM en once años y el segundo campeón mundial no coreano. Ahora que Reynor se encuentra firmemente en la cima del mundo gracias a su hazaña en el IEM, dice que tiene una sola meta: “Obviamente, ¡quiero ganar todo lo demás! Espero seguir haciendo lo que más me gusta, jugar StarCraft. Quiero agradecerles a ustedes, la comunidad, por apoyarnos a los gamers profesionales. Significa mucho. Son la mejor comunidad, por lejos. ¡Sigamos jugando y mirando este juego hermoso!”, concluye.
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