Si quieres más información sobre la semana de Jugadas iniciales de StarCraft II, consulta el artículo anterior sobre vetos de mapas.

Después de decidir los vetos de mapas, aún queda un aspecto muy importante de la partida que hay que tener en cuenta. StarCraft II cuenta con tres razas para jugar, y todas emplean estilos de juego muy diferentes. Cada vez que un profesional ingresa en una partida, tiene muchas variables que considerar. Mikolaj “Elazer” Ogonowski y Sean “Probe” Kempen tienen algunos detalles para compartir sobre ese proceso.

"Cada vez que hay un mapa nuevo, hay un par de cosas que analizo. Si peleo contra terran o protoss, primero busco lugares donde esconder a mis Amos supremos para realizar una exploración decente. Si hay un risco que un Yum-Kimil pueda saltar para llegar a mi base principal, siempre envío unidades allí para que no me sorprendan".

"En partidas zerg contra zerg, también debes buscar si tu base natural puede cerrarse fácilmente durante el comienzo de la partida. Si puedes atrincherarte con tres edificaciones sin usar tumores de talo, entonces deberías considerar omitir la etapa de los ataques relámpago con Zergueznos y evolucionar directamente tus Cucarachas".

"Para los protoss, hay algunos aspectos de los que debo cuidarme. Primero, en partidas de protoss contra zerg, estudio mi base natural y veo si puedo cerrarla. En la mayoría de los mapas esto es sencillo, pero hay casos difíciles (como Batalla en la rambla de esta temporada), que favorecen al jugador zerg. Luego, analizo el grado de dificultad de defender la tercera base. Esto depende de lo lejos que esté, si hay cuellos de botella donde usar campos de fuerza, o de si es una zona abierta y difícil de defender frente a un terreno amplio. Por último, identifico los caminos para las descargas aéreas. La mayoría de los mapas tienen dos, así que los que cuentan con más caminos son un gran desafío para los protoss que se enfrentan a terran."

En la próxima entrega de Jugadas iniciales, estudiaremos los factores que determinan si vale la pena sorprender a tu adversario con tácticas inusuales (cheese).