Adelanto: Guía turística de la Isla de Mecalópolis
Cuenta la leyenda que, más allá de las costas escarpadas de Kul Tiras, se halla una tierra poblada por gnomos que han reemplazado sus cuerpos de carne y hueso por hojalata y tuercas: la Isla de Mecalópolis, el hogar de una sociedad mecánicamente potenciada y de su déspota líder, el rey Mecalo.
Aunque nadie creía que existía, la mítica Isla de Mecalópolis ha sido descubierta hace poco tiempo. Esta metrópolis mecánica subsiste gracias a su tecnología de punta, ¿pero a qué costo?
Para llegar a la Isla de Mecalópolis, primero deberás establecer tu base en Nazjatar. Luego deberás dirigirte a Boralus o Zandalar para reunirte con grupos que creen comprender a fondo esta isla legendaria, aunque dependerá de ti prepararte para la travesía y dar un salto de fe.
Tras llegar a Mecalópolis conocerás a los mecagnomos, ingenieros extravagantes que han potenciado sus formas de carne y hueso con mejoras cibernéticas capaces de superar cualquier obstáculo. Que no te engañen las apariencias: Mecalópolis no es el paraíso de la ingeniería que parece. El rey Mecalo, antes miembro del resto de la sociedad gnómica, había reunido a sus partidarios con el fin de crear esta isla y mecanizar su anatomía. Sin embargo, al poco tiempo la locura torció sus esfuerzos por mejorar la vida en Azeroth y lo obsesionó con curar la maldición de la carne.
Bienvenido a la Resistencia de Pernoxidado
Al frente de la vanguardia en la lucha contra el tirano demente está su hijo el príncipe Erazmin, líder de la Resistencia de Pernoxidado. Únete a la lucha para derrocar a su tiránico padre y acabar con sus planes nefastos. Si lo ayudas ahora, quizás luego le preste sus fuerzas a tu facción para ganar la guerra por Azeroth.
Además del abanico de misiones que encontrarás en la isla, también podrás desbloquear misiones de mundo que te permitirán participar en misiones de emisario para la Resistencia de Pernoxidado.
Arte de la chatarrería
Hay muchas maravillas mecánicas para descubrir en la isla, y poco después de llegar te encontrarás con una: Pascal-R3Y, un robot de hierro gigante que te ayudará a fabricar equipos, monturas, juguetes, objetos consumibles y mucho más, a cambio de piezas de repuesto y celdas de energía que encontrarás en Mecalópolis. También encontrarás planos para fabricar más objetos en la isla.
Incluso podrás comprar los planos del Puntero láser de mecanogato en el Vertedero de Bondo para fabricar una nueva montura. También podrás personalizar tu gato con distintos colores en el Vertedero de Bondo.
Proyectos de construcción
A medida que recorras la isla, te toparás con proyectos de construcción. Los jugadores pueden aportar recursos a estos proyectos para erigir una variedad de construcciones muy útiles, como armas experimentales, torretas de llamas, una plataforma de excavación para descubrir cuevas repletas de tesoros y mucho más.
¿No lo sabías? Pesca de piezas
La pesca puede ser una actividad muy lucrativa para los novatos en el arte de la chatarrería. A menudo obtendrás piezas de repuesto, y a veces, quizás hasta pesques celdas de energía. Eso sí, ten mucho cuidado con las creaciones averiadas y otros habitantes poco gratos de la isla.
Dispositivo de computación de bolsillo
El dispositivo de computación de bolsillo es un abalorio que los jugadores pueden personalizar con tres ranuras para tarjetas perforadas, en las que pueden insertar tarjetas perforadas rojas, amarillas o azules. Hay distintas formas de obtener tarjetas perforadas: completar misiones, explorar Mecalópolis y avanzar en el nuevo calabozo solo disponible en dificultad mítica, Operación: Mecalópolis. Los jugadores recibirán su dispositivo de computación de bolsillo tras completar la misión “Mejora”, disponible poco después de llegar a Mecalópolis.
Nuevo calabozo Operación: Mecalópolis
Aquí comenzará tu campaña para derrocar al rey Mecalo de una vez por todas y liberar a los mecagnomos de su tiranía.
El príncipe Erazmin lidera un grupo de aliados inusuales en una misión desesperada hacia el corazón de Mecalópolis. En una carrera a contratiempo, deben superar el ejército de monstruosidades mecanizadas del rey Mecalo y derrotar al genio loco antes de que su dispositivo apocalíptico purgue toda la vida orgánica de la faz de Azeroth.
Jefes de calabozo: 8
Dificultades: Mítica
Nivel: 120 para la Alianza y la Horda
Rey Gobbamak: Obsesionado con la acumulación de tecnología peligrosa que se encuentra en la basura, el rey Gobbamak se sienta sobre una pila de armas apocalípticas que su limitada inteligencia le impide utilizar o comprender.
Grasiento: Después de años de acumularse en un estanque concentrado, los residuos tóxicos de Mecalópolis han desarrollado una conciencia maléfica. Con los sistemas de saneamiento desactivados, Grasiento puede arrastrarse por todo Azeroth.
Trixie y Naeno: Trixie y Naeno, dos de los mejores tenientes de Bondo, tienen una relación turbulenta. Mientras que Trixie está orgullosa de su eficiencia despiadada, Naeno es la encarnación del caos detrás del volante. Lo único que tienen en común es su inclinación por la violencia sin sentido, la cual disfrutan emplear contra cualquier imprudente que pise su territorio.
Unidad de opresión aérea HK-8: Como un depredador del cielo, la unidad de opresión aérea HK-8 se sobrevuela el vertedero para ejecutar su directiva primaria: desintegrar a todos los intrusos. Con una armadura impenetrable y un arsenal mortífero, aniquila todo lo que encuentra bajo su sombra.
Tonqueluchas: Los mejores mecaingenieros de Mecalópolis ponen a prueba su valía y su metal construyendo robots de combate personalizados. Si bien estos luchadores normalmente se enfrentan entre sí por la gloria, combinan sus esfuerzos para repeler a los intrusos orgánicos imprudentes que se atreven a entrar a Mecalópolis.
K.U.-J.O.: Como depósito de los desechos de la ciudad, la Infrachatarra es un lugar muy visitado por los gnomos de la pandilla de Bondo que buscan robar componentes mecánicos valiosos. Mientras la dama basurera Wendy Trabazón clasifica la basura de la ciudad sin cesar, su fiel perro guardián, K.U.-J.0., mantiene alejados a los intrusos no deseados... sean mecagnomos o aventureros.
Jardín del maquinista: Hermosos y peligrosos, los jardines metálicos del maquinista principal Chispaflux están diseñados para la diversión y el castigo. Con mover un simple interruptor, el paisaje idílico se transforma en una trampa mortal de la que ningún intruso puede escapar.
Rey Mecalo: Tan maniático como brillante, el rey Mecalo desprecia toda vida orgánica. Con su mecaoriginador listo para actuar, nada se interpone en su plan de purgar la maldición de la carne de Azeroth y mecanizar todo el mundo.
Hay mucho por descubrir en la Isla de Mecalópolis, ya sea un tesoro pirata en las pequeñas islas del sudoeste o nuevos (y aterradores) monstruos mecánicos al sur de Pernoxidado.