Finales Mundiales de la WCS - Análisis del Campeón
El 14 de septiembre de 2010, ByuN hizo su debut en la primera GSL con los protoss. El 5 de noviembre de 2016, se convirtió en campeón mundial de StarCraft II. Los acontecimientos entre esas dos fechas fueron una montaña rusa de emociones, seis años en los que ByuN se sumergió en la oscuridad hasta que finalmente volvió a emerger para llevarse su primer título de la GSL. Fue una historia única, y no hay dudas de que recordaremos a ByuN como uno de los mejores de todos los tiempos.
Antes de las finales, los especialistas señalaron que si bien al principio del torneo parecía haber muchas posibilidades, todo se reducía a Dark y ByuN. Pero, aunque sonara bien, la afirmación no era del todo correcta. En la fase de grupos, por ejemplo, el protagonista fue otro. ShoWTimE tuvo un registro de 4-0, con una victoria decisiva sobre ByuN. Tuvo un desempeño destacable en la semana inaugural y fue el mayor ganador del torneo hasta los cuartos de final. En su grupo, ByuN casi quedó relegado por un jugador que sin duda parecía que iba a ser el triunfador.
No es la primera vez que pasa esto. En 2012, cuando ByuN se enfrentó a Seed en las semifinales en la tercera temporada de la GSL, todos esperaban que ByuN ganara todo: la partida, la serie y el torneo. Solo le faltaba un ataque para llegar a la final. Lo único que tenía que hacer era reunir sus unidades y atacar para ganar la partida. Pero los nervios le jugaron una mala pasada y ByuN cometió un error que lo perseguiría durante mucho tiempo.
En la BlizzCon, ByuN demostró cuánto había madurado desde esa derrota. Después de perder contra ShoWTimE, se tragó su orgullo y se acercó al competidor alemán para que lo ayudara a practicar. Tomó nota de sus errores y se dispuso a corregirlos de inmediato. Demostró tener mentalidad de campeón y ansias de ganar, cosa que ByuN no había tenido en años anteriores. El resultado de esa práctica de último momento pudo verse enseguida: ByuN se recuperó impresionantemente de la derrota y eliminó a Dear del torneo en dos sencillas partidas.
Tal vez haya sido la sombra de la derrota contra Seed o la forma en que la vivió... nunca lo sabremos. Pero ByuN no volvió a ser mismo después de esta derrota trascendental. Al poco tiempo abandonó la GSL y no volvió a participar en ningún torneo. Se produjo un largo hiato en su carrera. PRIME sufría una derrota tras otra en la Proleague, pero nunca usaron a ByuN, a pesar de que todavía estaba en su plantilla activa. ByuN se convirtió en un fantasma: apenas lo mencionaban en las conversaciones y la comunidad se preguntaba dónde se había metido. Nadie se imaginaba que, cuatro años después, ByuN se encontraría en los cuartos de final de las finales mundiales de la WCS.
A pesar de que TY parecía contar con un poco de favoritismo, ByuN hizo que el as de KT se viera como un jugador claramente inferior en los cuartos de final. Parecía tener siempre una idea más clara del panorama general y un plan para cada situación. Era constructivo, no reactivo. Todas las jugadas que realizaba se combinaban perfectamente para llegar a la victoria. ByuN nunca permitió que TY hiciera su juego. En cambio, llevó el juego sobre su adversario hasta sofocarlo. Su actitud proactiva y su inteligencia en la ejecución demuestran un conocimiento profundo del juego y una confianza aún más profunda en sus propias habilidades.
Los dos años que ByuN pasó en las sombras lo moldearon. En 2015, pasó a la competencia en línea, quizá como una fuente alternativa de ingresos. PRIME se desmoronaba y ardía a sus espaldas, y su nuevo equipo, X-Team, de China, estaba en un país completamente distinto, de modo que ByuN estaba solo. No había nadie que administrara su cronograma de práctica, nadie que le consiguiera compañeros de práctica, nadie que le cocinara ni le lavara la ropa. En semejante momento, muchos se hubieran rendido, arrojado la toalla y buscado otra ocupación. Pero ByuN no lo hizo. Frente al desafío más grande de su vida, aprendió a sobrevivir. Aprendió a tomar la iniciativa y a cuidarse solo. En otras palabras, buscó en su interior la disciplina para seguir adelante.
Su reaparición en la competencia fuera de línea se produjo recién en 2016, cuando Legacy of the Void le dio una ventaja sobre todos los jugadores de la KeSPA que todavía tenían que practicar con Heart of the Swarm para los torneos.
Cuando TeamLiquid le preguntó por su nuevo estilo, él contestó: “Tal vez parezca confiado en el escenario, pero la verdad es que no soy así. Siempre siento la presión”.
A pesar de sus palabras, ByuN ha aprendido a sobreponerse a la presión que sin dudas todavía siente. Su capacidad de tomar decisiones ya no se ve afectada ante la adversidad. Ahora ByuN enfrenta sin temor todos los desafíos que se le presentan.
ByuN acabó con Stats en las semifinales. El jugador terran parecía jugar con tanta desenvoltura y libertad que el juego de Stats parecía tosco y pálido. Las estrategias elegidas por ByuN reflejan perfectamente qué clase de jugador es. Ya en 2012 tenía preferencia por las estrategias técnicas y elaboradas para ganar el control de la partida. Su arsenal siempre incluyó ubicar Fábricas o Puertos estelares cerca del enemigo. Cuatro años después, ByuN utilizó esa táctica tres veces contra Stats, y su ejecución siempre fue precisa. Llevó las partidas al lugar donde él se sentía cómodo y podía marcar la diferencia gracias a su versatilidad. La confianza con la que aprovechó cada oportunidad contra Stats, uno de los mejores jugadores protoss del planeta, fue sorprendente.
“Para un jugador profesional de Starcraft II estar aquí en la BlizzCon, en la final anual de toda la temporada... Creo que eso alcanza, uno puede sentirse satisfecho con llegar a la final. También hay que estar orgulloso de terminar en segundo puesto. Uno puede decir: 'Sí, soy uno de los dos mejores de todo el mundo'”, comentó ByuN antes de la gran final. Es extraño que un competidor diga eso. Estar satisfecho con llegar a la final no es lo que se espera de los grandes campeones. Zest, ganador de tres torneos de la GSL, por ejemplo, asegura que “los deseos de los seres humanos son infinitos”. Pero quizá sean justamente la satisfacción y el goce de los logros alcanzados lo que le permitieron a ByuN jugar como lo hizo.
ByuN parecía enfrentar cada partida sin expectativas, con la mentalidad de una persona que no tiene nada que perder. Cada victoria es un aliciente. Después de todo, ByuN ya había estado frente al abismo. En 2012 y 2015, hasta él debió haber pensado por momentos que su carrera jamás volvería a brillar. Ganar una GSL y jugar las semifinales de la WCS debían parecer un sueño distante, un sueño casi imposible para él. Cuando ByuN se enfrentó a Stats, ya había logrado más de lo que cualquiera hubiera podido imaginar.
Con cada serie superada, ByuN parecía divertirse más y más. Parecía encontrar placer en su forma de expresarse a través de estrategias y en controlar las partidas de principio a fin. No importaba demasiado quién era su oponente o qué raza usaba. Lo importante era ByuN, solo ByuN. De haber perdido, lo habría hecho con una sonrisa en el rostro. Que haya regresado a sus raíces construyendo edificaciones cerca del enemigo tres veces contra Stats no hace más que demostrar que estaba divirtiéndose. No solo quería ganar; quería divertirse mientras ganaba.
Cuando finalmente se enfrentó a Dark en la gran final, ByuN era todo un campeón. Ya no era el niño inseguro a quien lo inquietaba la mera idea de llegar a los grandes escenarios; ya no era el jugador que movía erráticamente sus VCE durante minutos contra Seed. Era un campeón de la GSL. Era el hombre que acababa de arrasar con los mejores jugadores terran y protoss. Ya se había llevado todo lo que quería de la competencia. Ya había ganado.
En retrospectiva, la victoria de ByuN sobre Dark parece obvia. Ni los mejores zerg del mundo habrían podido resistir los ataques perfectos de ByuN. A pesar del crédito que merece Dark por su actuación, ByuN lo superó con creces. Casi no importaba quién era la persona en la cabina al otro lado del hermoso escenario. ByuN fue el mejor jugador del mundo ese día y habría derrotado a cualquiera que se hubiera cruzado en su camino.
Después de su gran victoria, el mejor momento de su carrera, ByuN se dirigió en primer lugar a sus fans. Ninguno de los que se quedaron por una fotografía o un autógrafo se fue con las manos vacías; ByuN compartió su momento de gloria con todos en la arena. Su rostro y su sonrisa reflejaban una franca felicidad. Pero era prácticamente la misma expresión que había tenido todo el fin de semana. Era la sonrisa de alguien que había visto lo peor, que había visto a su equipo de muchos años, PRIME, caer en el caos y la oscuridad. Era la sonrisa de alguien que se había enfrentado cara a cara con los peores aspectos de la vida de un jugador profesional y los había superado. Era la sonrisa de alguien que, cuando todo parecía perdido, había encontrado su propio camino al éxito: disfrutar de un videojuego.
ByuN no solo será recordado como el campeón mundial de StarCraft II de 2016, sino como uno de los mejores jugadores que alguna vez entraron al juego. Lo recordarán no solo como un jugador exquisito, sino como un modelo a seguir para todos los que buscan su camino en la vida.
Felicitaciones, ByuN.