Los dragones feéricos, también conocidos como duendes dardo, dragones destello, dragones hada o dracos hada, son pequeñitos, inteligentes y muy traviesos. Su historia está tan entrelazada con la de Azeroth como la de los vuelos.

Son muy similares a otros dragones, pero en realidad no son dragónicos. A pesar de ello, es habitual encontrar a estas criaturas aladas junto a dragones debido a que comparten hábitats, a su afinidad por lo arcano y a su conexión con el Sueño Esmeralda.

El Sueño Esmeralda ni es sueño, ni tiene esmeraldas. Ay. Me duele la cabeza de pensar tanto.

Estos briboncillos juguetones pueden desaparecer de repente o teletransportarse de un sitio a otro. También manipulan la magia al atenuar, anular o incluso generar reacciones a los efectos de los hechizos.

La primera aparición de un dragón feérico, con una facultad parecida a la Traslación que se llamaba Cambio de fase, fue en Warcraft III: The Frozen Throne. Después aparecieron en Heroes of the Storm y, más recientemente, en Warcraft Rumble. Cambio de fase les permite desvanecerse del plano de existencia cuando reciben un ataque para evitar más daños.

Cuenta la leyenda que los dragones feéricos guiaron a un curioso grupo de trols oscuros al Pozo de la Eternidad, donde se transformaron en los primeros elfos. Estas criaturas tan inteligentes solo conocen vagamente varios idiomas locales, pero son capaces de utilizar fórmulas arcanas de lo más elaboradas tanto para defenderse como para atacar.

Con el paso del tiempo, los elfos de la noche estrecharon lazos con estas criaturas feéricas y empezaron a acudir a ellas en momentos de necesidad. A veces, incluso los centinelas que protegían los bosques pedían ayuda a los espíritus feéricos que habitaban en la espesura.

En World of Warcraft, suele verse a los dragones feéricos con vigilantes de la arboleda o dríades. En los bosques de Feralas y en Vallefresno es donde más posibilidades hay de ver a alguno por la gran cantidad de ruinas élficas y pozas de la luna abandonadas.

Algunos viajeros afortunados afirman haber visto a un grupo de dragones feéricos reunirse en un misterioso círculo de setas de una zona de los Claros de Tirisfal, conocida como el bosque susurrante. Según sus relatos, las criaturas llevaron a cabo una exhibición de canto, iluminación y baile que terminó tan rápida y repentinamente como empezó.

¡Ah, hola! ¿Qué tal? Me llamo Alasol. ¿Te interesan los dragones feéricos? Verás, nos gustan las cosas bonitas, como la naturaleza y hacer amigos. ¡Ah, y picotear! Cuando uno juega con sus amigos, ¡la diversión nunca se acaba!

Dada su naturaleza traviesa, la mini del dragón feérico de Warcraft Rumble aporta una mezcla de caos y picardía al campo de batalla.

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