Ser jugador profesional en un juego tan complejo y en constante evolución como StarCraft II tiene sus altibajos. Los mejores no son siempre los mejores, y los jugadores del montón pueden convertirse en campeones con el tiempo y la práctica suficientes. Dicho eso, lo que nos ofreció Sasha «Scarlett» Hostyn la semana pasada es algo especial.

La última vez que Scarlett tuvo una racha como esta fue a finales de 2016, cuando ganó la temporada 3 de Kings of the North, el torneo clasificatorio de América para los World Electronic Sports Games (WESG), y quedó en segundo lugar en la clasificatoria de la World Cyber Arena. En ambos eventos derrotó a algunos de los jugadores que siguen dominando el circuito competitivo en la actualidad, como Alex «Neeb» Sunderhaft, Juan Carlos «SpeCial» Tena López, Diego «Kelazhur» Schwimer y Pablo «Cham» Blanco.

Pero la semana pasada consiguió mostrarnos un nivel aún mayor de habilidad, seguramente el más alto que hemos visto en un jugador de origen no coreano en la historia de StarCraft. A lo largo de esos siete días consiguió, no solo vencer, sino literalmente aplastar a los siguientes jugadores: el bicampeón del mundo Kim «sOs» Yoo Jin; Lee «INnoVation» Shin, el mejor jugador terran del planeta; Lee «Rogue» Byung Ryul, campeón del mundo de 2017; y Joo «Zest» Sung Wook, uno de los mejores especialistas en protoss de Corea. En cuestión de días, ha derrocado a la élite de StarCraft II y la ha dejado en evidencia con estrategias agresivas e implacables. Cada vez es más probable que se convierta en la primera jugadora extranjera en ganar la Global StarCraft II League (GSL) y, si lo consigue, ¿qué le impide llegar a ser la campeona de la final mundial de StarCraft II a finales de año?

Hasta ahora, 2018 está siendo un año increíble para Scarlett y, si de habilidad se trata, hará falta algo innovador y único para detener el impulso que ha cogido.