«Tengo una anécdota divertida —comenta Frankie Lee, uno de los diseñadores sénior del equipo de Diablo III—. Cuando era joven, mi madre creía que jugaba demasiado a los videojuegos porque me pasaba horas con el Diablo II. Me dedicaba a farmear y a comerciar con una piedra de Jordán, y le decía a mi madre que estaba aprendiendo facultades negociadoras para el futuro. Y aquí estoy: no estoy usando esas facultades negociadoras, pero sí diseñando Diablo III».

Una de las últimas labores de diseño de Lee junto a los diseñadores de gran talento del equipo de Diablo III es la implementación de los famosos objetos etéreos de Diablo II en Diablo III de cara a la temporada 24.

Los objetos etéreos consisten en 21 poderosas armas (tres para cada clase) que otorgan importantes aumentos de daño a vuestra tarea de masacrar demonios. Estos instrumentos de potencial prodigioso pertenecen a una era pretérita y han resurgido en Santuario hace poco para que los empuñen héroes capaces. Se caracterizan por tres atributos preeminentes: son poco frecuentes, poderosos y esquivos. Según Lee, «solo se puede llevar uno equipado a la vez, y cuentan con poderes legendarios aleatorios aparte de sus numerosos y poderosos afijos (ya determinados)».

A la hora de sentar las bases de la temporada 24 y de su temática, al equipo le apetecía volver a Diablo II y a los recuerdos que dejó hace mucho tiempo. Según Lee, trabajaron sobre varias ideas, pero ninguna encajaba tan bien como Recuerdos etéreos. «Queríamos que esta temporada fuese especial. Nuestra intención era capturar el espíritu de Diablo II a través de una temática de temporada centrada en objetos, lo que desembocó en la idea de los objetos etéreos para Diablo III». El concepto de los objetos etéreos tuvo éxito, ya que no solo rendía homenaje a la huella que dejó Diablo II en Diablo III, a sus desarrolladores y a muchos de sus jugadores, sino que también permitió que los desarrolladores reinventasen estos objetos tan emblemáticos más de dos décadas después.

Para el equipo de Diablo III, el hecho de reinventar un tipo de objeto tan emblemático de Diablo II a través de su secuela supuso una tarea delicada. «Una de las cuestiones más importantes fue preguntarse qué implicaba crear un objeto de Diablo II en Diablo III —recuerda Lee—. Hicimos un ejercicio de introspección e intentamos recordar nuestra reacción cuando aparecía un objeto legendario en Diablo II hace décadas. Era poco común, único, poderoso, tenía muchos afijos y la sensación era abrumadora».

Lee señala que no se hacía referencia al nombre único de algunos objetos legendarios de Diablo II y que en su lugar se nombraba el tipo de objeto. No se trataba únicamente de armas y armaduras poderosas: eran armas y armaduras etéreas. Aunque los objetos etéreos en Diablo III no tienen la durabilidad reducida y la dificultad de reparación de los que aparecen en Diablo II y que les confería esa sensación de poder fugaz pero potente (sin usar la runa Zod), los de Diablo III solo se podrán obtener y utilizar durante la temporada 24. Conservan los iconos, nombres, tipos de objeto y sonidos únicos que tenían en Diablo II y, además, se pueden transfigurar una vez finalizada la temporada si os las apañáis para conseguir los 21 que hay durante la temporada 24.

Con motivo del lanzamiento de Diablo II: Resurrected el 23 de septiembre de este año, Lee y el equipo de Diablo III quieren que todos disfruten cuando obtengan el inimaginable poder de estas armas. «Queremos que los jugadores se lo pasen en grande cuando encuentren su primer objeto etéreo y traten de descubrir cómo añadirlo a sus equipaciones tras leer todos los afijos —comenta Lee—. Esperemos que los objetos etéreos propicien un nuevo metajuego y que todo el mundo tenga una experiencia fantástica durante esta temporada».