World of Warcraft

Shadowlands: Un paseo por Tazavesh, el Mercado Velado

Blizzard Entertainment

Reunid a vuestro grupo y descubrid artículos exóticos y criaturas extrañas en la nueva megamazmorra mítica de 8 jefes: Tazavesh, el Mercado Velado. En este bazar de los misteriosos Especuladores os veréis las caras con viles asesinos, guardianes de cuatro brazos, un dragón pirata infinito y otros enemigos mientras tratáis de dar caza a una díscola especuladora antes de que pueda aprovechar el poder de un artefacto robado para ejecutar sus planes.

En esta estancia, disponible solo en dificultad mítica, los jugadores podrán obtener botín codiciado por la sociedad de los Especuladores, como una mareante cantidad de armas, mascotas sobrenaturales y una montura.


Os presentamos a vuestro guía: Al'dalil

Para obtener acceso a Tazavesh, el Mercado Velado, tendréis que completar una breve cadena de misiones que comienza con el tabernero Ta'rela en la sección Idilia de Oribos. En la misión «Al'gato callejero de Oribos» se os pedirá que os reunáis con un misterioso contacto llamado Al'dalil, que os presentará los cárteles, sus intrincadas relaciones y su propensión a los juegos de palabras ingeniosos. Será vuestro guía ocasional en vuestro recorrido por la mazmorra.


Jefes: 8
Dificultad: Mítica
Jugadores: 5

La implacable jefa del cártel So'leah quiere perpetrar un atraco en diferentes reinos para hacerse con el conocimiento de los progenitores. Lo único que se lo impide es el indigno especulador Al'dalil y su variopinta pandilla, que deben cruzar el Mercado Velado y detener a So'leah antes de que se haga con ese poder prohibido.


Zo'phex el Centinela: para cruzar las doradas puertas de Tazavesh, todos deben pasar por Zo'phex, el centinela. Está tan obsesionado con la seguridad que se encarga de incinerar de inmediato cualquier artículo de contrabando junto con su portador.

Animalario: el Cártel Xy «adquiere» objetos poco comunes y de valor para venderlos en el Animalario. No hay tabúes: se ofrecen bestias exóticas, tecnología prohibida e incluso artefactos malditos. Mientras podáis pagar el precio, os garantizan que podréis obtener todo lo que deseéis.

Caos en el cuarto del correo: algo va mal en la oficina de correos de los Especuladores. Los portales dimensionales están esparciendo las entregas y se ha averiado el sistema de automatización que gestiona la oficina. Si no arreglamos este caos pronto, la ciudad acabará perdiendo los papeles.

Oasis de Au'myza: las bebidas son etéreas; el ambiente, embriagador, y los artistas en directo podrían perder la vida si no logran deleitar al público. En Tazavesh, este es el único espacio neutral donde se reúnen especuladores de todos los cárteles para negociar en las sombras.

So'azmi: entre los especuladores que ejercen el oficio de las armas, ninguno llega al nivel de So'azmi. Este letal asesino del Cártel So siempre está perfeccionando sus técnicas. Por ello, le brinda una enorme satisfacción instruir a sus enemigos en el arte de luchar antes de atestarles el último golpe.

Hylbrande: Hylbrande, Espada de los guardianes, es el encargado de custodiar un antiguo artefacto titánico que ha despertado hace poco. La única escapatoria para no acabar convertidos en residentes permanentes de la tumba es desmontar la miríada de protocolos de seguridad que controla.

Cronocapitana Colagarfio: los meses de preparación para el atraco de la cronocapitana Colagarfio se fueron al garete cuando apareció So'leah y le robó el premio. Consumida por la rabia, la reina pirata adoptó su verdadera forma para lanzarse sobre cualquiera que se topase en su camino.

So'leah: la sed de poder de So'leah culmina en esta batalla final. Tras liberar una fuerza que no termina de comprender, esta jefa del cártel se transforma en una criatura de una ferocidad desbocada. Mientras el artefacto comienza a emitir una energía desbocada, hay que pararle los pies a So'leah antes de que sus actos destruyan los cimientos de Tazavesh.


¿Estáis preparados para poner a prueba vuestras facultades de negociación contra los mejores? Nos vemos en el mercado.